lunes, 1 de marzo de 2010

Intuición

Siempre he pensado que para acometer cualquier empresa es más importante la intuición que el conocimiento de la materia en la que te vayas a meter. No sabía, ni sé, por qué, pero, a pesar de la titulitis y masteritis que tenemos actualmente, a pesar de todo el conocimiento del que disponemos, sin una importante dosis de intuición es muy difícil, creo, moverse o llevar a cabo cualquier empeño.

Esto que creía que era un idea peregrina mía, ahora, en una estupenda entrevista en el semanario XLsemanal y en un libro que verá la luz este mes de marzo, Punset lo confirma. Habla de esto y de algunas otras cosas igual de intersentates: por ejemplo, que los sueños nos sirven para memorizar lo que hemos aprendido durante el día. ¡Flipa!

Copio/pego algunas partes:


XL. Pero será mejor tenerla para sobrevivir. ¿No es mejor tener más información?

E.P. Depende de los casos. Está el famoso experimento de Milwaukee y Detroit. A la pregunta de qué ciudad es mayor, el 60 por ciento de los norteamericanos acertó: Detroit. A la misma pregunta, el 9o por ciento de los alemanes acertó. ¿Por qué aciertan más los alemanes? Sencillamente, porque no tienen ni idea de Milwaukee. Cuando puedes disponer de toda la información necesaria, entonces es mejor la decisión racional; ahora bien, cuando no dispones de toda la información, es mejor tomar decisiones inconscientes.

XL. Insiste mucho en que hay que cambiar de opinión y en lo difícil que nos resulta a los humanos hacerlo.

E.P. ¿Cómo puede ser que los monos rhesus puedan cambiar de opinión y, sin embargo, los homínidos no lo hagan... ¡ni aunque los mates!?

XL. Destaca usted también la importancia del sueño para aprender.

E.P. Durante muchos años ha habido un gran debate sobre los sueños que partía de la idea freudiana de que cabía interpretarlos como reflejo de una realidad pasada o futura. Pero ahora ya sabemos para qué sirven los sueños. Lo hemos descubierto estudiando el sistema nervioso de la mosca del vinagre. Sabemos que ellas aprovechan el sueño para memorizar lo que han aprendido durante el día.

Nota: Esto de la intuición y el conocimiento, como toda regla, tiene una excepción: el montaje de los muebles de Ikea. Como te pases un paso del manual intentando seguir tu intuición, la has cagado: tendrás que desmontarlo entero para volver a empezar.

13 comentarios:

  1. My friend, te olvidas de la experiencia. Para que sea útil, la intuición se ha de basar en la experiencia. En caso contrario solo sirve para estrellarse a toda velocidad contra una pared de hormigón.

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  2. No lo tengo tan claro. La experiencia para muchas cosas, efectivamente, es buena, pero no siempre es buena; puede coartar.
    ¡Prefiero la osadía!

    (Siempre en un marco teórica, que luego, osado, osado, soy poco)

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  3. Como decía el anuncio, la potencia sin control no sirve para nada. Pues eso, la intuición sin experiencia es la mejor forma de lanzarse al vacío...

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  4. Pero, ¿todo lanzamiento al vacío conlleva estrellarse? ¿Hay que tener conocimiento, por ejemplo, de cómo funciona el mundo de la noche y la música para montar un bar de copas y que éste se convierta en un referente para un determinado nicho de mercado?
    En muchos casos, la intuición es más importante que la experiencia. Me da que sin intuiciones y sólo basándonos experiencias, poco habría evolucionado la ciencia, la empresa, la cultura...

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  5. todo lanzamiento al vacío conlleva un 50% de posibilidades de estrellarse.
    En cuanto al bar y el nicho de mercado, sin experiencia los primeros meses fueron un desastre hasta que se hizo cargo de los conciertos una persona con suficiente información para que su intuición de hacia donde se debía orientar el bar llegara a buen puerto.

    No planteo un debate información/experiencia vs intuición sino que quería matizar que me parecían complementarias.

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  6. La persona que se hizo cargo apenas tenía información de cómo funcionaba el sector, en cambio, tenía (y tiene) mucha intuición.
    Sí, son complementarias, pero si hablamos de porcentajes, ya sabes, 70% intuición!

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  7. Yo creo que hay que tener valentía en más de un 50%, después la intuición y el conocimiento te sirven para quitar piedras del camino, pero la valentía es imprescindible para arrancar.

    El mundo es de los valientes.

    Sobre el bar de copas ese que habláis creo el éxito vino gracias a ese dj llena pistas que tenía nombre de pez simpático.

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  8. by the way... he sido la visita 3000, hay premio?

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  9. Por supuesto que el dj pez-amable tuvo mucho que ver. Todavía se le recuerda con la sensación de que hubo tiempos en que todo era mejor y más salvaje ;-)

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  10. Carlos, la persona que dices que no tenía información sabía quien era Clovis o Nixon (el cantante), cuando el 99,9% de la población española, en la que me incluía, no tenía ni idea de quienes eran.
    O sea que tenía información adquirida a través de la experiencia directa en un entorno, otra cosa es que no fuera consciente de ello.

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  11. @Juan: Por supuesto, la valentía es imprescindible, aunque más que la valentía, es la osadía. La suerte es de los audaces, dicen.
    No había pensado lo del premio... como dijo Krahe, algo se te dará.

    @yqs: es obvio que un mínimo de información es imprescindible. Esa persona sabía quiénes eran esos artistas, pero no tenía ni puta idea de cómo contactar con ellos, de cuánto se les paga, de qué necesidades tiene, cuánta gente iban a llevar...en definitiva, de cómo funcionaba el negocio de la música en directo.
    El desconocimiento se lleva muy bien con lo intrépido, con la audacia; el excesivo conocimiento, con los corsets y los paradigmas... Sólo el que no sabe exactamente cómo funciona algo se plantea si eso se puede hacer mejor, por lo menos en occidente.

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  12. Y averiguar todo eso de lo que no tenía ni idea, ¿fue una cuestión de valentía o de intuición? Porque no acabo de ver el papel de la intuición en todo eso...

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  13. En ese momento se inuyó que llevar a Clovis iba a ser una palmada en el corto plazo (como lo fue) pero beneficioso en el largo (que también lo fue). La valentía la tuvo el dueño del Bar al aceptar mi intuición.

    Intuición, valentía y conocimiento, son tres vértices de un mismo triángulo.

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