martes, 27 de julio de 2010

Final

Ruso se acaba. Después de más de tres meses sin posts, no tiene sentido seguir, continuar escribiendo como si nada hubiera pasado; aunque en relidad, nada ha pasado.
Dejé de escribir no porque no tuviera cosas que contar o porque me cansara, estuviera harto, no le viera el sentido... No. Simplemente, no entraba; no escribía. No puedo explicarlo. Lo siento.

Ruso, según lo conocemos, nunca volverá. Volverán otras cosas, otros sitios donde escribir.
Me gusta escribir.

He sido feliz haciendo Ruso. Muy feliz.

SyR también acaba. Por si alguien quiere saber el final: se vuelven a encontrar. Y se vuelven a amar. Nunca dejaron de amarse. Han pasado años y él es un economista de prestigio, ella enfermera de quirófano en el Hospital de Majadahonda. Susana, una encantadora preadolescente. Ella le sigue a él, por lo que escribe, lo que publica. Pero no han contactado desde el primer cumpleaños de Susana, la última vez que se vieron. Un día se encuentran por casualidad en Madrid. Él va a ver al Celta a la peineta, que juega contra el atléti; está haciendo tiempo. Ella está de compras con Susana. Él saluda a Susana, a la que conoció de bebé. A los dos les brillan los ojos. Hablan un rato, nerviosos. Al cabo, cada uno se va por su lado, pero es el principio de algo. Algo que debió ocurrir hace 17 años.
Todo esto lo cuenta Susana; en su diario.

He sido feliz haciendo SyR. Muy feliz.

Muchas gracias a los que habéis seguido este Blog.
De verdad. Cada comentario, cada lectura, ha sido muy importante para mí.

Espero veros en nuevos proyectos.
Espero que haya nuevos proyectos.

Saludos,
Carlos.

PD. ¿Qué estáis escuchando?