jueves, 25 de junio de 2009

Seguir

El "ciao" con el que cerraba el post anterior pretendía ser una despedida definitiva del Blog. Por cosas que pasan en la vida pensé que era imprenscindible dejar esta bitácora. Ahora, por cosas que pasan en la vida, pienso que es imprescindible seguir con ella. No entraré muy en detalle del porqué del cambio, del vaivén, pero tiene que ver con lo que hablaba de las vocaciones y las circunstancias. Como dijo mi amigo Alfonso en el comentario al anterior post, el objetivo más importante de la vida es descubrir las cosas que nos gusta hacer y que nos satisfacen y creo que este Blog me ayuda a descubrirlo. Así que seguimos en la búsqueda.

Ahora me voy una semana de vacaciones con S. y con Xavier (¡y con el tercer Millennium!), a la vuelta del periplo por Viena y Praga seguiré contando sueños, pensamientos, ideas... y seguiré con Sara y Roberto, a quienes he echado mucho de menos estos días.


Esta vez, ¡hasta luego!

miércoles, 17 de junio de 2009

Vocación

En el libro de Toni Segarra, cuando hablaba de la vocación, decía:

Y si no la tienes (vocación) no sufras en vano. Hay trabajos que permiten llevar vidas agradables.

Ortega y Gasset decía que la vocación viene de las circunstacias. Sin querer llevar la contraria a Ortega y Gaset, creo que es al revés, que en la mayoría de las ocasiones, las circunstancias eliminan la vocación. Aunque siempre nos quedará llevar una vida agradable.

Ciao.

lunes, 15 de junio de 2009

Gasol!



Uno de los nuestros.

viernes, 12 de junio de 2009

Sueño

He soñado que había un dictador mundial que nos hacía andar con los pies, cuando lo natural era andar con las manos. Se había inventado todo Darwin y estos rollos dela ecolución para convencernos y que no evolucionaramos del todo, pues seríamos mucho más hábiles e inteligentes si andaramos con las manos. Y yo entré en contacto con la resistencia, y estos andaban, efectivamente, con las manos haciendo el pino. Y luché con ellos por una vuelta a la normalidad, a lo que de verdad es el ser humano.

Hubo detalles, pero no me acuerdo. Era todo como muy Matrix, pero en vez de luchar contra las máquinas, luchábamos contra los abominables hombres que nos obligaban a andar con los pies.

Buen fin de semana a todos.

miércoles, 10 de junio de 2009

Ideas

El otro día fui en Vigo a la charla de un publicista, Toni Segarra. Al parecer el tipo es el de ¿te gusta conducir?, Be water, my friend o Bienvenido a la república independiente de tu casa. Como la charla me gustó, a los pocos días me pasé por la casa del libro y me compre el libro que presentaba en dicha charla: Desde el otro lado del escaparate. Primera conclusión: el tío, obviamente, se vendió bien: compré el libro.

El libro, del que esperaba algo más, tiene algunas reflexiones muy buenas, que no sólo pueden aplicarse a la publicidad. La que más me ha gustado es cuando habla de las ideas. Pone en boca de otro publicista, David Trott una frase para definir qué es creativo. Creativo es el que hace, el que convierte una idea en algo. Estupendo. De acuerdo. Lo demás, podríamos definirlo como piadas. Nada más que piadas.

Yo he hecho muchas, muchas piadas, pero he tenido pocas ideas. Las piadas que me he hecho yo sólo, se han ido con las voluptas de humo, o con el vapor de la ducha (Alfonso, no pienses mal). Las colectivas, con mi pareja o amigos, se han ido con la siguiente cerveza.

Un trabajo es 30% de conocimiento del medio en el que estás y 70% de intuición (varía los porcentajes, pero pon siempre por encima la intuición). Da igual lo que seas. Segarra habla de creativos publicitarios, pero, por esto, creo que cualquier trabajo te exige ser creativo y que esto se puede utilizar tanto para el escritor, como para el contable o técnico comercial de productos audivisuales. Mirando atrás, recuerdo unos cuantos momentos en los que el trabajo me exigió ser creativo y realicé cosas para solucionar problemas merecedores de un premio en Cannes o El Sol. Desde reconfigurar el Stripe (Juan se acordará) y así salvar una película que estaba perdida hasta el Plan E Areabroadcast que se me ha ocurrido ahora y que nos va a salvar el trimestre. También tuve ideas que salieron mal, como cuando se me ocurrió juntar a Los Sitios y a The Lezbians en un concierto en la sala El Sol y apenas vinieron 20 personas y por casi se suspende. Fueron momentos en los que no sólo las pié, como casi siempre, si no que hice. Y, me vais a permitir el fácil (y malo) juego de palabras : cuando he hecho, he quedado satisfecho. Incluso en los fracasos.

Así que, dejemos de piarlas y hagamos.
Y para los jefes: dejen hacer.

lunes, 8 de junio de 2009

Concierto (Sara y Roberto)

La demanda agregada es todo lo que demanda el mercado de un país durante un determinado periodo de tiempo. Me gustó mucho el concierto. Incluye la demanda total de bienes de consumo más la demanda de bienes de inversión, a las cuales hay que añadir el gasto (demanda) del sector público más la demanda exterior (exportaciones menos importaciones). Siento lo que pasó después. De verdad. La actividad económica general de un país depende, Nos vemos según demostró J. M. Keynes, del comportamiento de la demanda agregada, y de ahí que las diferentes políticas macroeconómicas... No puedo más, se dijo Roberto así mismo esa tarde de lunes, en la biblioteca. En la biblioteca donde no estaba ella. Apenas podía concentrarse, apenas podía leer sin levantar la vista para ver si aparecía. Aunque en realidad deseaba que no apareciera. Y no estaba enfadado con ella por lo que pasó después, por lo menos, no sólo con ella. Tenía que haber sospechado que podía pasar. Porque no tenía que haberla invitado al Fotomatón, porque no tenían que haber ido a ese concierto, porque podrían haber ido al cine, al puto cine, coño, en vez de meterse en la boca del lobo, porque apenas dos semana antes ella estaba con un chico en el Fotomatón. Y al final todo acabó con un mensaje a las seis de la mañana: Me gustó mucho el concierto. Siento lo que pasó después. De verdad. Nos vemos. Y no estaba en el quiosco, claro. Ni en la biblioteca. ¡No puede ser una hija de puta, no puede serlo!Y repasó mentalmente los detalles de esa noche intentado atraparlos. Por lo menos hasta que apareció. Y piensa en las mariposas de toda la tarde del sábado, en la elección de la ropa, de la música que escuchar en el metro de camino a la cita, en el momento de espera y en el momento en el que apareció, radiante con su parka negra. Piensa en el Chino y lo mucho que se rieron y como lo contó que aquel chico con la que la vio hace dos semanas era uno con el que estuvo hacía un tiempo pero que ya... nada y como luego le preguntó si tenía novia o algún rollete por ahí. No, no hay nada. Ahora sólo tengo ojos para las páginas salmón de los periódicos. Piensa en el concierto (Me gustó mucho el concierto) , en cómo miraba al artista, en cómo le preguntó, susurrando al oído que de quién era la versión que estaba haciendo. De Wilco. Es verdad. Y de como en ese momento, mientras Aviación Española cantaba our love, our love, our love is all we have y él olía tan de cerca su fragancia y había sentido el susurro en su oído, pensó que se encontraba más cerca del cielo; y después con La Habanera apenas pudo dejar de mirarla. Y en ese momento quiso besarla, pero sólo acertó a acercarse a su oído y decirle, bonito, ¿no? Y Sara contesto con una mirada y una sonrisa, mientras movía la cabeza de un lado a otro, siguiendo la música. Y después la primera copa, más risas, la segunda (se acercaban, se tocaban, se rozaban) y como ella, con su simpatía natural y ese resplandeciente brillo en los ojos, saludó a Luis, el de Aviación Española y le dio la enhorabuena diciéndole que Me gustó mucho el concierto. Y como después se le cambió la cara y al mirar a la puerta Roberto lo reconoció. Reconoció aquella espalda que hace dos semana la besaba, la misma camisa de cuadros, floja, medio remangada, que le acariciaba la espalda. Y en ese momento, se maldijo, se maldijo por no haberla invitado al cine, o por no haber salido antes del Fotomatón. Voy al baño, dijo él. Espera, dijo ella cogiéndole el brazo, aún no vayas. Vale, y le dio un trago a la copa. ¿Estás bien Sara? Sí, es sólo que no me apetece...Y en ese momento, Roberto recordó la tarde del miércoles pasado, cuando ella se acercó y le preguntó que qué estaba escuchando.

viernes, 5 de junio de 2009

Avión

En el avión que me llevaba a Vigo esta mañana, ha habido una explosión cuando empezábamos a descender al aerpuesto de Peinador, en medio de turbulencias. Ha sonado un Boom y un destello y las luces se han apagado durante un par de segundos, o cinco, no lo sé. El grito de todos los pasajeros ha sido tremendo, el silencio de después lo ha sido más. Yo justo acababa de leer la noticia del avión de Air France en el periódico. Al rato el piloto dijo que nos había alcanzado un rayo, pero que no había dañado ningún sistema y que podríamos aterrizar en Vigo sin mayor problema. Todo volvió a la normalidad, sobre todo el color en los rostros de los pasajeros y, efectivamente, aterrizamos sin problemas.

Lo más curioso es que no me acojoné. Por supuesto me sobresalté, pero en ningún momento tuve miedo. Sobre todo me dediqué a observar a los que estaban cerca de mí, escrutando sus rostros, viendo el miedo, el terror, en la cara de cada uno, sobre todo de una persona mayor que estaba a mi lado. Y hacía esto como si no fuera consciente de lo que pasaba o podría haber pasado. He llegado a casa, he trabajado, he comido, he hechado la siesta y he ido a la compra. Sin acordarme del avión. De hecho durante el día he hablado con agunos amigos y ni se lo he contado. Como si no hubiera ocurrido.

Pero mientras hacía la compra me ha venido el flash y es ahora cuando me estoy empezando a acojonar. Y mucho.