martes, 16 de marzo de 2010

Delibes

Lo bueno de leer, aunque sólo sea ojear los periódicos, es que descubres que gente más inteligente o más preparada que tú, da en el clavo de lo que querías decir, de lo que llevas pensando hacía tiempo, en una sola frase. Pasó el domingo cuando leí el comentario de Savater al que hacía referencia ayer; y pasó ayer, cuando leí la columna de tv de El País que diariamente escribe David Trueba. Hablaba de Delibes y de cómo TVE era la única tele que había modificado la programación para homenajear al propio Delibes y de la grandeza de éste y del elenco de actores de Los Santos Inocentes, y acababa con esta frase: "Menos mal que existe la muerte, porque si no jamas se nos permitiría expresar cierto orgullo por los nuestros"

Hace poco, por su fallecimiento, todos flipamos de lo genial que fue J.L. Vázquez. Y aunque el orgullo me parece un concepto en muchos casos obsoleto, con unas connotaciones que nada me gustan y prefiero utilizarlo poco, ahora, es momento, no sólo de mostrar el orgullo por el Gran Delibes, (creo que es el escritor español que más he leído y, ¡qué cariño le tengo al Sr. Cayo!¡qué maravillosos recuerdos!), sino que también, el orgullo, como dice Trueba, por lo que hicieron en la estupenda película Los Santos Inocentes Rabal, Landa, Diego, Pavez, González..., un monumento a la altura, sin duda, del que hicieron Brando, Pacino, Cann, Duvall y Keaton para El Padrino.

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