Decisiones

Hace ya un tiempo, en una conversación con mi amigo Vicent me di cuenta de que las decisiones vitales que tomamos no son correctas o incorrectas de por sí, sino que eres tú quien las hace correctas o incorrectas, después de haberlas tomado, con tu trabajo o dejándote llevar. Y que ese trabajo puede ser engorroso o puede ser maravilloso, según el caso y el enfoque que cada uno quiera dar.

Hace ahora 3 años, decidí venirme a vivir a Galicia, dejando en Madrid a mis amigos, familia, trabajo y un tipo de vida concreto. Lo hice porque a Sonia (mi mujer) le salió un trabajo en Galicia, de donde es y donde quería volver a vivir. Tomé esa decisión y al hacerlo, me fui al paro, me alejé físicamente de amigos y familia y recalé en una pequeña ciudad como Santiago de Compostela, después de vivir durante toda mi vida en Madrid. Pese a que lo hice convencido y motivado, tenía mis dudas de que esto fuera a salir bien.

Tres años después, asentado en Vigo y pese a todo lo que ha ocurrido y ocurre a mi alrededor, tengo claro que la decisión fue correcta, así como sé que tuve que trabajar (a veces de forma engorrosa, a veces de forma maravillosa) para que así fuera y tengo la sospecha de que si me hubiera dejado llevar, la cosa podría haber salido mal y vete a saber dónde y cómo estaría ahora.

Con lo que creo que más vale tomar una decisión rápida y trabajar para que ésta sea la correcta, que darle mil vueltas y si sale mal, maldecir por haber tomado la decisión incorrecta.

Vamos, digo yo...

PD. Por supuesto en estos tres años he tenido constantemente el apoyo de S.; también de B & B, con los que me he reído más de lo que creía cuando los conocí; y últimamente el de "los chofas": mi bastón de los miércoles y mi luz en aquella lúgubre cafetería de la calle Pizarro.