martes, 29 de septiembre de 2009

Revertir

Hace ya un tiempo le pregunté a un amigo si leía este blog. Me dijo que no, que... era yo, y que él pensaba que no tenía cosas interesantes que decir, que si fuera un escritor o un director de cine o algo así, sí, pero siendo yo, no le interesaba mucho lo que pudiera decir...
El domingo, en una serie, a uno de los personajes, antaño mujeriego compulsivo y ahora fiel novio de la chica morena, le acosó una de sus antiguas novias. Éste la rechazó, pero nadie del pueblo le creyó, gracias a su pasado. (Al final sí, claro, es una serie española).

Como no quiero entrar en lo interesante o no que pueda ser este Blog, cada lector tendrá su opinión, trabajaré sobre otro ejemplo. Si yo montara un negocio y éste me fuera bien o muy bien, o me publicaran un libro estupendo, o tuviera éxito en otro trabajo que no fuera el de toda la vida, en definitiva, que hiciera algo reseñable que no implicara sólo ser una buena persona, mi amigo (sin querer hacer daño, claro está) seguro se lo achacaría, en mayor medida, a la suerte u otros factores externos, antes que a mi capacidad para poder desarrollar estas capacidades (valga la redundancia); igual que al chico de la serie nadie le creía en su rechazo a la chica rubia. Y lo haría, pienso, porque para él sigo siendo ese chico retraíado del barrio, permanentemente humillado por una tartamudez escandalosa, que fui hasta después de mi adolescencia. Nada ha cambiado... !eres tú tío! ¡Qué vas a tener que decir!

Si lo mismo pasara con alguno de los amigos que he cosechado en los últimos años, seguro que su idea del porqué me fue bien, cambiaría mucho. Tienen otra imagen de mí: soy otro yo para ellos. Es como tener dos yoes: uno para los viejos amigos de la infancia (son pocos ya, afortunadamente), de la época de la oscuridad; otro para los nuevos amigos de juventud y madurez (son unos cuantos, aforunadamente).

Y para ser más exactos, no es que haya cambiado, es que me he quitado frustaciones. Las personas no sé si tenemos el poder de cambiar, pero sé que tenemos el poder de quitarnos frustaciones y esto nos permite cambiar. Dicho de otro moodo, uno es, sobre todo, víctima de sus propias frustaciones, son las que nos marcan, en gran parte, nuestro ritmo de vida, nuestra forma de ser. Antes simplemente no veía el sol, oculto éste bajo una inmensa nube de frustación que descargaba terribles tormentas continuamente. Poco a poco, el panorama fue despejando y, aunque aún quedan unas cuantas nubes (siempre quedarán), cada mañana sale el Sol.

Después de que mi amigo me dijera esto, pensé en trabajar para intentar revertir esta situación, como pasó en la serie con el ex-mujeriego, pero entonces me di cuenta de que esa nube, la de que me duela que la gente se crea que no tengo nada interesante que ofrecer y tener que esforzarme continuamente para que crean que sí, para poder siquiera participar, ya pasó para mí: por ese hueco entra, nítido, el Sol. Así que, como dicen en la película, me relajé y comencé a disfrutar.

5 comentarios:

  1. Me suele gustar tu blog, pero esta entrada me ha encantado...quizás sienta algo parecido, jajajaja. !PODEMOS! (amargor)

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  2. Yo leo tu blog habitualmente, soy seguidor fiel aunque no aparezca con foto. Y lo soy principalmente porque lo escribes tú y me gusta lo que escribes casi siempre. No sé quien es ese colega que tiene una imagen tal equivocada o tan caduca o tan trasnochada. Yo sólo se que eres un ejemplo de superación, de buena persona con mayúsculas, de persona trabajada y evolucionada.
    Se nos define "tú eres así" y eso te limita y es falso.Definir es limitar. Somos secuencias que evolucionan, no fotos fijas. Soy así a veces, o fui así, también soy de esta otra manera o lo soy solo contigo. hay mucho envidioso que no soporta que hayamos superado frustaciones que fueron comunes, antes, no ahora.
    En fin, como dice Savater: Salud y alegría en libertad!

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  3. Gracias por los coments!!

    Da igual quién sea, el caso es que hasta me moló que me lo dijera!

    Besos,
    Carlos.

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  4. Me temo que la capacidad (y el talento y la belleza y ...). Está en los ojos del que mira. Es su privilegio. Lo que te quitan por lo que te dan de más. Hombre, reconozco que puede joder dependiendo de quién venga pero yo no me rompo la cabeza. Ahora bien, más que quitarme frustraciones las voy acumulando. Pero lo llevo bien.

    Saludos,

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