Hace unos días pensaba que era imposible pensar, reflexionar, tener ideas, discernir, sentirte recompensado y no sé cuántas cosas más sin el humo de un pitillo. Después de 16 días sin él, creo que era un burda chorrada. No es que mis pensamiento o reflexiones sean mejores, pero os aseguro que no han bajado de calidad ni un apice desde que no cato pitillo; las ideas son la mismas (malas) ideas y las recompensas, me las busco de otra manera, con comida, por lo general.
Eso sí, desde el momento que dejé el humo, no he vuelto a soñar. Espero que no tenga ninguna relación, ya que me jodería mucho dejar de soñar y de acordarme y de contarlo aquí y acullá. Tampoco duermo bien, pero es por otros motivos que no vienen al caso.
Feliz día del libro a tod@s!
PD. Me voy al Basket.
jueves, 23 de abril de 2009
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